En la actualidad muchas personas han optado por comenzar a vivir un estilo de vida que aporte beneficios para el planeta, un estilo de vida verde. La onda verde cada vez va ganando más seguidores que buscan reciclar muchos objetos y recursos para no perjudicar el medio ambiente y conseguir que la vida del planeta dure más. Y por supuesto, el líquido vital no se queda por fuera, hablamos del agua, específicamente de las aguas grises.
Uno de los elementos naturales que más se busca reciclar es el agua. Se busca utilizar la menor cantidad de ella para evitar que esta sea malgastada innecesariamente. Por este motivo, las aguas grises suelen ser la solución para muchas tareas cotidianas que, aunque no parezcan, no ameritan siempre de agua limpia para que funcionen.
¿Qué son las aguas grises?
Son aguas residuales, así de simple. Muchas personas, al escuchar el término de aguas residuales, suelen asquearse un poco pues suelen confundirlas con las aguas negras. Sin embargo, ambas se diferencian en gran medida: Las aguas negras son las que provienen directamente del retrete y contienen una gran cantidad de bacterias y residuos extremadamente tóxicos como para poder ser recicladas.
En cambio, las aguas residuales son aquellas que quedan luego de ducharse, lavar ropa o de lavarse las manos, es decir, que no poseen bacterias tan tóxicas o residuos que las hagan totalmente dañinas. Al no poseer tantos agentes dañinos en ella, estas aguas se les denominan, aguas grises. Pueden ser reusadas en el hogar para ahorrar agua y no tener que malgastarla de manera innecesaria.
¿Cómo reciclar las aguas grises?
La idea de que estas aguas no sean tóxicas, hace que puedan ser recicladas para bajar el retrete o en el jardín para hidratar las plantas y que estas crezcan efectivamente, sin tener que utilizar agua limpia por completo. Lo cual traería mayores gastos de agua, pues de un baño se podrá sentir limpio y, además, podrá mantener su jardín tal como lo ha deseado.
Pero para utilizar las aguas grises se deben recolectar. Para esto, existen varias maneras de recolección. No es simplemente tomar el agua del baño y regarla en el jardín, la idea es llevar a cabo acciones que permitan recolectar grandes cantidades de aguas grises domésticas para que el malgasto constante de agua en el hogar no sea un problema.
Una de las formas más sencillas que se utiliza para reusar las aguas grises, es el colocar un tobo vacío debajo de la ducha mientras cae el agua fría y está en espera de que comience a salir el agua caliente. Esta sería agua completamente limpia, pues aún no ha utilizado jabón o algún químico que cambie su composición. Al no ser agua contaminada, puede utilizarla incluso para lavar el piso de su hogar.
Ahora bien, para reusar el agua gris que proviene del lavamanos, primero debe quitar el sifón (la “J” que conecta con las tuberías) y colocar un tobo debajo del lavamanos. De esta manera, el agua caerá dentro del tobo. Sin embargo, el hacer esto amerita que debe estar observando el nivel del agua constantemente para que esta no sobrepase el tobo y comience a inundar su baño. Generalmente esta se utiliza para bajar el retrete, pues el jabón no favorece a las plantas.
Otro de los métodos para reusar las aguas grises que más fama ha tomado es el del agua que proviene de la lavandería. En varios casos, muchos han creado un sistema de conexión que haga que el agua de las lavadoras vaya directo a los jardines, de esta manera los árboles, plantas y la tierra se mantienen en hidratación constante, haciendo que florezcan de una mejor manera. Sin embargo, esto sólo se puede hacer si no utiliza cloros o productos muy tóxicos.
Por último, si los trabajos de plomería son lo tuyo y deseas aprender a reciclar las aguas residuales, el agua de la tina será un nuevo reto. Para hacer que esto sea posible, debe instalar una válvula de tres salidas, con el fin de que estas aguas grises vayan directamente al drenaje o a un sistema de aguas grises. Si la plomería no le entusiasma, debe reusar el agua de la tina mediante una cubeta vacía e irla sacando de manera manual.